Porque emociones fuertes es lo que ofrece esta pequeña ciudad dedicada casi en exclusiva al turismo. En el centro abundan los operadores de deportes de aventura y de riesgo, ofreciendo una gran cantidad de posibilidades para no aburrirte ni un segundo. Puedes pasear por el lago en un tranquilo barco de vapor o en una lancha rapidisima (jetboat), el ya comentado parapente, subir en globo, saltar desde un avion desde mas de 4500 metros de altura en paracaidas, volar en ala delta, hacer rafting, ir en kayak por los rios cercanos, alquilar motos de cross o quads, montar a caballo... y lo que nos estaba interesando mas, el bungy-jumping.
Fuimos a la tienda de AJ Hackett donde ofrecian varias opciones. Hay una plataforma en la ciudad situada a 47 metros de altura donde puedes saltar de noche o de dia viendo Queenstown bajo tus pies, o bajo tu cabeza cuando ya estas colgando de la cuerda. Tambien hay otra plataforma a las afueras de la ciudad en un puente a 43 metros de altura sobre un rio en el que tienes la opcion de saltar sin tocar el agua, solo tocandola o sumergirte completamente en ella. Pero claro, 43 o 47 metros es poco comparado con los kilometros que hemos hecho desde Europa hasta Nueva Zelanda, no?
Asi que nos decidimos por Nevis. Alli hay dos opciones: una plataforma situada a 134 metros de altura sobre un riachuelo d
Podeis ver algunos videos en YouTube, si buscais Nevis Arc. Tenemos el de nuestro descenso, pero es demasiado largo y no lo puedo colgar aqui. He colgado tambien un par de fotos que he encontrado en la red del arco y del bungy.
Lo peor de todo fue soltar los pies de la plataforma para quedarte colgando del arnes doble donde nos sentabamos. El encargado de soltarnos nos tuvo que poner los pies en el aire, ya que nosotros no podiamos hacerlo por nosotros mismos. Y luego, cuando el pregunta si queremos una cuenta atras, una sorpresa o decir nosotros "YA!", la respuesta es obvia: no queremos ninguna de las opciones!!! Pero que hacemos aqui??? Quien nos mandara meternos en semejantes fregados???
Hasta que oyes: "Que tal ahora?" Y sin darte cuenta estas cayendo mientras gritas sin parar, con los ojos fuera de las orbitas, notando el aire en tu cara pegarte fuerte por la aceleracion estratosferica de la caida libre, hasta que empiezas a balancearte en un largo arco que hace que tu corazon vuelva a latir y puedas darte cuenta de lo que acabas de experimentar. Mi primera reaccion fue abrazar y besar a Andy, pataleando y gritando por la descarga de adrenalina sufrida en tan poco tiempo. Mientras nos volvian a subir, mientras nos quitaban el arnes, mientras veiamos al resto de gente balancearse, mientras volviamos a la base donde te relajas y encargas tu video, mientras buscaba como lo podia colgar en internet, mientras volviamos a la ciudad, mientras cenabamos... no pudimos quitarnos la sonrisa que se nos habia pegado a la cara como una lapa.
Habra que ir pensando en un bungy-jumping en España. Y es que esto engancha. No creo que sea para repetirlo nada mas haber saltado, mejor dejar un tiempo entre saltos para no habituarte demasiado. Ha valido la pena ahorrar mucho para haber podido experimentar
Jeronimoooooo!
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