jueves, 25 de marzo de 2010

Pero que hacemos en Borneo?

Parece que los planes estan hechos para no cumplirse. Primero planeabamos estar unos tres meses en el sudeste asiatico para terminar nuestro año sabatico. Luego decidimos que ya que estamos aqui, porque no alargar el año y quedarnos un par de meses mas? Despues, al pensar que teniamos unos 5 meses despues de Australia, empezamos a investigar como podriamos volver cogiendo pocos vuelos y pasando por las republicas ex-sovieticas, uno de mis sueños (el otro es dormir). El primer reves vino al ver la cantidad y problemas que supondria pasar por dictaduras (huy perdon! queria decir democracias) como Kazajstan, Turkmenistan, Uzbekistan y todos los "istanes" que hay por la zona: ademas de pedirte caros visados, no saber con cuanto tiempo de antelacion pedirlos ni para cuanto tiempo te conceden cada visado, no haber rutas claras para ir de un pais a otro... hay que lidiar con la corrupta policia de cada pais. Mejor quedarse en el sudeste asiatico.

Pero claro, la vida es demasiado facil y necesitamos complicarnosla. Asi que haciendo caso a los consejos de los buceadores que nos encontrabamos por el camino, decidimos ir a Sipadan, un paraiso submarino en el noroeste de Borneo. Y ya puestos a patearnos tan exotica isla no nos costaba mucho pasar por Brunei, un mini-sultanato petrolero donde tenemos unos amigos que se alegraron mucho al oir que ibamos a visitarlos. Aun no hemos llegado a Sipadan, donde pensamos bucear y puede que hacer el curso de Dive Master, lo que nos haria quedarnos alli mas de un mes. Pero claro, eso solo son planes.

Entrar a Malasia desde Singapur es en un principio facil: un simple puente separa ambos paises. En Singapur subimos a un viejo bus que nos llevaba hasta la frontera, al principio del puente. Alli teniamos que bajarnos con todo nuestro equipaje, pasar todos los tramites de salida del pais y volver a subir al bus. Cruzamos el puente y volvemos a bajar con todo el equipaje al final del puente, en el edificio de inmigracion malayo. Completamos todos los tramites, nos autorizan a estar tres meses en el pais y vamos a buscar el bus que nos lleva al centro de Johor Bahru, la ciudad fronteriza. Menos mal que el centro esta al lado del edificio de inmigracion, porque el bus se habia marchado sin esperarnos. Asi que con las mochilas a la espalda hicimos algo que ya casi habiamos olvidado: cruzar un par de calles en un pais donde no hay aceras, hay motos por doquier, nadie respeta los pasos de peatones, cuanto mas grande es un vehiculo mas preferencia tiene de paso... menos mal que de vez en cuando los semaforos de peatones conceden unos pocos segundos en verde para cruzar! Ese es uno de los grandes denominadores comunes de cualquier ciudad del sudeste asiatico.

En Johor Bahru no estuvimos mas que una tarde y una mañana en las que nos deleitamos con comidas a menos de un euro. Y como esta ciudad no tiene mucho que ofrecer y ya teniamos comprado el vuelo a Kuching, en Borneo (75 euros los dos, que viva Air Asia!), dijimos adios a la Malasia peninsular para adentrarnos en la tercera isla mas grande del mundo, que incluye dos provincias de Malasia, Sarawak y Sabah, separadas por un pais dividido en dos, Brunei, y al sur de la isla Kalimantan, la parte indonesia de la isla.

Salimos del aeropuerto de Kuching con algo mas de tinta en nuestros pasaportes, ya que Sarawak y Sabah son considerados algo asi como independientes de Malasia en temas de inmigracion. En esta ciudad estuvimos mas tiempo del esperado, ya que despues de una excursion a un Parque Nacional donde pudimos ver una de las flores mas grandes del mundo, la Rafflesia, de unos 65cm de diametro, a Andy le empezo a doler la garganta y a mi el estomago cada vez que comia. Eso nos hizo descansar unos dias en Kuching, que significa gato, y ver tranquilamente lo poco que ofrecen las ciudades de este continente. Los templos, las mezquitas, los monumentos, los museos... suelen tener en comun la falta de informacion, con lo que con un vistazo a cada uno tienes bastante. Lo bueno es que conocimos a una pareja de estadounidenses, Ben y Kendra. Ben, en el mismo Parque Nacional se disloco un dedo del pie y tambien se vio forzado a descansar en Kuching.

Como somos dos culos de mal asiento, decidimos viajar hacia el norte antes de estar completamente recuperados. Como siempre, teniendo la posibilidad de elegir entre la ruta facil en bus por la costa y la dificil en barco por los rios del interior selvatico de Borneo, nos decidimos por la que mas posibilidades de aventura nos ofrecia.

Los largos y caudalosos rios que sirven de conexion entre los pueblos de Sarawak (a falta de carreteras) estan continuamente plagados de unas largas embarcaciones con pinta de nave espacial recien salida de una tormenta de meteoritos. Los pilotos navegan a toda maquina esquivando los troncos que arrastra la corriente mientras los pasajeros se deleitan viendo en la tele peliculas de accion a veces en version original subtituladas en malayo, otras veces dobladas en malayo subtituladas en ingles, otras en version original subtituladas en chino... Nosotros tuvimos la gran suerte de ver Eraser, esa gran obra maestra de Arnold Schwarzenegger doblada en chino con subtitulos en chino. Es una maravilla ver al ahora gobernador de California matar gente con voz de pito en chino!

Las tribus que habitan estas junglas desde el inicio de los tiempos solian vivir en longhouses, unas casas pegadas unas a otras de madera mas largas que un dia sin pan con una especie de balcon comun donde hacen su vida diaria. Ahora ya casi no quedan jovenes que sigan la vida tradicional, pero aun quedan algunas donde los mayores parece que tienen una parte de sus ingresos de los turistas que van a pasar una noche o dos a unos precios que no nos queriamos permitir (hay que pensar en bucear). Despues de intentar ir a alguna de las longhouse por nuestra cuenta y no encontrar la manera de hacerlo, me quede con la impresion de que no quieren que vayan viajeros independientes. Haciendo grandes esfuerzos con mi mini-vocabulario en malayo consegui hablar con un conductor de furgoneta que hacia la ruta a la longhouse llevando a los vendedores del mercado de Kapit, el pueblo donde estabamos. El conductor se hacia el tonto cuando yo le decia que queriamos ir en un viaje normal y me decia que nos llevaba a nosotros dos solos pagando el precio de toda la furgo. A precio de turista, claro. Como no me parecia justo decidimos pasar de aldeas tradicionales y seguir la ruta hacia Brunei.

En Belaga, el ultimo pueblo del interior, nuestros planes cambiaron de nuevo al hablar con el dueño de un restaurante que nos dijo que caminando podiamos ir a una longhouse. Y alli que fuimos con Jan, un eslovaco retirado que cada año viaja por Asia. Ya en la aldea, lo unico que vimos parecido a algo exotico fue la abuela de uno de la docena de adolescentes que estaba con nosotros. La señora en cuestion lucia unas orejas de unos 20 centimetros de largo gracias a los pesos que se ponen en los lobulos desde muy jovenes. Esta tradicion ya no la siguen los jovenes ni afortunadamente la de perforarse el pene o ponerse piedras dentro del prepucio para satisfacer a sus parejas. Yo, para satisfacer a mi pareja me deje cortar el pelo por un chico que parece ser el peluquero moderno de los jovenes entre la sorpresa y las risas de todo el mundo. El resultado fue una cresta tan moderna que estoy esperando encontrar una peluqueria donde me corten el pelo con maquina.

De Belaga fuimos a la costa en un 4X4 compartido con Jan que nos llevo por grandes extensiones de selva deforestada. Segun nos explicaba el conductor, antes de empezar la masiva tala de arboles a mediados de los '80, los rios estaban llenos de peces esperando ser pescados en el agua clara que bajaba en abundancia. Ahora todos los rios bajan marrones, con muy pocos peces que pescar y estan continuamente surcados por viejas embarcaciones humeantes cargadas de troncos que son transportados a las serrerias. Ademas, una presa varios años retrasada por problemas de financiacion (corrupcion basicamente) ha forzado a mas de 11000 indigenas a ser instalados en pueblos y ciudades lejanas, ademas de inundar cuando se complete una gran extension de selva. Tambien hemos leido que hay proyectada una mina de aluminio por la zona. Conclusion: si quereis ver las impenetrables junglas de Borneo daos prisa, porque de impenetrable queda muy muy poco y se lo estan cargando a la carrera.

Ya en Miri, la ultima ciudad de Sarawak antes de Brunei, subimos al bus que nos llevaria en un viaje un poco surrealista hasta la parte malaya de Kuala Lurah atravesando la parte oeste de Brunei pero sin poder bajarnos dentro del pais. Eso significaba, salir de Malasia, entrar a Brunei en transito, salir de Brunei y volver a entrar a Malasia para salir de nuevo de Malasia y entrar otra vez a Brunei por el este. Uf! Eso significa un par de hojas de nuestro pasaporte!

Pensando en la forma de evitar tanta burocracia y bajarnos del bus en Brunei nos pusieron en la habitacion de cuarentena con advertencias del peligro de la gripe H1N1 en frente del monitor que mide la temperatura corporal, donde vi un color extraño que demostraba que mi temperatura no era normal. Glups! Me dejaran entrar?

1 comentario:

  1. ep, aixi q pensant si allargar el viatget... no si ja m'imaginava jo q no tornaveu! ;D

    sergi, la veritat es q cada vegada narres millor! jo crec q 2 o 3 anys viatjant i escrivint al blog i encara treuriem un escriptor collonut!

    una abraçada a ambos dos!

    dv

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