Fiji es una "democracia" en la que aprox. un 40% de los habitantes son indo-fijianos, descendentes de indios que vinieron a trabajar en el boyante negocio del azucar de mediados del siglo XIX. Aunque todo hay que decirlo, vinieron desde la entonces colonia britanica de India a trabajar en condiciones que mejor no imaginarnos. Esto ha creado un tipo de marginacion de los fijianos hacia los indo-fijianos, que se traduce en que en muchos pueblos viven en "barrios" diferentes y se mezclan poco, ademas de tener culturas muy diferentes. Debido a que casi cada legislatura no termina gracias a los continuos golpes de estado (afortunadamente no violentos), la Commonwealth expulsa y admite a Fiji cada dos por tres. Y los gobernantes o dictadores de turno modifican, anulan, crean... la constitucion a su antojo, entre otras cosas dando mas o menos poder a los indo-fijianos y a los Jefes. Y que son los Jefes? Pues son una especie de gobernantes vitalicios de cada pueblo, comunidad, isla, provincia y de todo el pais que no son elegidos democraticamente y tienen un gran poder en los pueblos pequeños y algo menos en las ciudades. Su poder en el conjunto del pais depende del gobernante de turno y la constitucion a la que haga caso. Asi que si esto es una democracia yo soy un buen escritor.
Llegamos a Fiji el 15 de septiembre empezando aqui nuestro tercer mes de viaje. En el aeropuerto nos estaba esperando un taxista que habia enviado Fi, una couchsurfer con la que habiamos contactado y que nos ofrecia alojarnos en su casa en Viseisei, un precioso pueblecito tipico donde dicen que llegaron tanto los primeros pobladores de esta isla como los primeros misioneros europeos a cristianizar a los pobres fijianos, pobrecitos ellos tan lejos de la civilizacion y de todos sus grandes progresos y proezas, su cultura y sus buenas maneras, amen. Viseisei esta a unos pocos kilometros de Nadi y su aeropuerto internacional, en Viti Levu, la isla principal de Fiji. Ya conociamos la bulliciosa Nadi de nuestro dia perdido en Fiji antes de ir a Tonga, y no teniamos muchas ganas de volver a sus ajetreadas calles, por lo que la tranquilidad del pueblecito nos encanto nada mas llegar. La gente del pueblo nos recibo con el Bula! de turno y con las tipicas preguntas de nuestro nombre, nacionalidad, de donde venimos y a donde vamos, si estamos casados y tenemos hijos... pero todo en un tono muy agradable, asi que movernos por el pueblecito a veces se convertia en una odisea, con toda la gente parandote para hablar un rato. La casa de Fi y Api, su marido, es una tipica casita fijiana con pocas comodidades, pero en la que nos alojamos muy a gusto
La mañana siguiente nos sirvio para descubrir lo perezosos que son los fijianos. Fi y Api no se despertaron hasta el mediodia, cosa que se repitio casi cada uno de los 5 dias que estuvimos con ellos. Y estuvimos un buen tiempo con ellos ya que Fi no trabaja (se dedica a sentarse delante del ordenador todo el dia) y Api no trabajo esa semana porque se rompio un amplificador del hotel de 5 estrellas donde toca la bateria. Ademas llovio casi todos los dias, con lo que solo pudimos salir un dia de excursion a una montaña donde hay un jardin de orquideas increibles y unos nacimientos de agua caliente que se conviertio en el unico baño caliente que pudimos disfrutar aqui. Tambien hay
Agradecidos por la hospitalidad de Fi y Api nos dirijimos un domingo a Levuka, la segunda ciudad mas grande de Fiji donde hay un templo Hare Krisna en el que despues de la lectura y gracioso baile del que desgraciadamente no podiamos hacer fotos, habia una deliciosa comida preparada por la comunidad Hare Krisna de la ciudad. Si alguna vez teneis la oportunidad de asistir a alguna lectura en un templo Hare Krisna, os lo recomiendo, ya que lejos de ser una secta a la que tengamos miedo, es una comunidad que dentro de sus tabus y sus creencias intenta ayudar a los demas y ser feliz. Nada mas que eso sin pedir nada a cambio.
Despues de la comida fuimos en autobus hasta Suva, la capital de Fiji, por la larga carretera que bordea el sur de Viti Levu, en un trayecto de unas 4 horas. Suva ya es una ciudad relativamente grande y mucho mas bulliciosa y sucia que Nadi, que no tiene mucho que ofrecer a los turistas, por lo que fuimos directamente a comprar los billetes del barco que nos llevaria a Vanua Levu, otra de las incontables islas de Fiji. Alli nos esperaba Elayne, otra couchsurfer que nos ofrecia alojarnos en su casa, a unos 13 km de Savusavu, la capital de Vanua Levu. Ya de noche, con una fina llovizna dejamos la isla principal para buscar la maravillosa vida submarina que todos dicen que hay bajo las aguas de Fiji, la capital mundial del coral blando.
Asi que vamos a bucear antes de que el coral se endurezca!
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