martes, 13 de octubre de 2009

Segundo tsunami??? Pues nos vamos

Vanua Levu no es una isla demasiado grande. Pero claro, si Fiji es un pais pequeño sus islas no pueden ser grandes. Aun asi, el estado de algunas de las carreteras de Vanua Levu hace que parezcan interminables. Viajar en viejo bus mas de 100 km a una media de poco mas de 30 km/h no es la forma mas eficaz de moverte, pero te da tiempo a disfrutar del paisaje. Ver la frondosa selva de Fiji terminar en el oceano con unos colores azules que te quitan el hipo es una experiencia maravillosa. Realmente nos sentimos afortunados de haber emprendido esta aventura que ya nos ha llevado por centroamerica y el Pacifico sur durante casi 4 meses... lo que significa que ya hemos consumido una cuarta parte del nuestro añito sabatico! Habra que pensar en alguna forma de alargarlo, porque esto se nos esta haciendo corto.

Volvimos a casa de Elayne despues de Taveuni y estuvimos con ella y Scott unos 3 dias en los que disfrutamos de su hospitalidad, fuimos con Elayne a hacer snorkel, les ayudamos a montar una cama y a limpiar un poco el jardin... Tambien fuimos una mañana a una granja de ostras donde producen perlas. Parece que las perlas negras de Fiji son famosas y muy valoradas por los entendidos en joyas, cosa que nosotros no somos, por lo que fuimos a aprender de donde salen estas bolitas tan apreciadas. Resulta que la perla no es otra cosa que una defensa de la ostra contra algo irritante, creando una capa dura que aisla ese algo. Esa capa dura es la perla, y segun el color de los labios de la ostra la perla tiene un color u otro, aunque todas se llamen perlas negras de Fiji. Una vez al año vienen a Savusavu un par de tecnicos japoneses que se dedican a abrir un poquito las ostras e implantarles unos trozos de labio del color que necesitan, ademas de una pequeña bolita de un material duro que es lo que molesta a la ostra y le hace crear la capa protectora, o sea, la perla. A veces la ostra simplemente expulsa la bolita o crea una perla pequeñita con una forma irregular, que son las de menor calidad. Las que no expulsan la bolita crean una perla que puede tener varios niveles de calidad, dependiendo de lo redondas que sean y de la irregularidad que tengan en el color. Las ostras pasan los 12 o 18 meses que les cuesta crear la perla colgadas de una extensa red de cuerdas a unos 5 metros de profundidad en la bahia de Savusavu que tuvimos la oportunidad de ver en un paseo para hacer snorkel en la granja. La vida media de las ostras es de unos 8 años y despues de unas 3 o 4 veces de producir perlas nos dijeron que simplemente se las comen. Ademas, pulen las conchas para hacer artesania. Como los cerdos, aqui se aprovecha todo.

Como siempre, las despedidas son tristes, pero teniamos que dejar la casa de Elayne para ir a Labasa, una ciudad del norte de Vanua Levu que no tiene nada que ofrecer. Pero nos habian dicho que el trayecto valia la pena, ya que la carretera serpentea entre montanas frondosas con una gama de colores verdes interminable. De alli fuimos al pequeno puerto de Nabuwalu a unos 150 km de Labasa (otra vez 35 km/h de media...) a esperar el barco que nos llevaria a Ovalau, una pequeña isla al este de Viti Levu (la isla grande) donde ibamos en busca de tiburones martillo y mantas, ya que es una zona muy buena para ver grandes peces. Pero en Nabuwalu nos esperaba una sorpresa: antes de subir al barco la policia paso advirtiendo de que habia habido un terremoto en el vecino pais de Vanuatu y estabamos en alerta por tsunami. Teniamos unos 45 minutos para ir a algun punto elevado antes de la posible llegada de la gran ola. Afortunadamente cerca de nosotros estaba la estacion de policia en un cerro elevado lo suficiente para estar seguros. Estuvimos mas de una hora y media mirando al horizonte, escuchando las novedades por la radio, viendo al barco alejarse de la costa para estar seguro, para al fin, cuando la alerta habia pasado y ningun tsunami se habia creado regresar al puerto a cargar los vehiculos y personas que nos dirigiamos al sur.

Tardamos unas 5 horas en llegar a la primera parada en Viti Levu, donde descargaron el barco y bajaron las personas que no continuaban hasta Ovalau. Esperamos en el barco hasta darnos cuenta de que no habia ningun pasajero a bordo. Como nadie nos decia nada, preguntamos a la tripulacion si ibamos a la otra isla y nos dijeron que no, ya que por el retraso por la alerta de tsunami no tenian tiempo de cargar el barco, y teniamos que pasar una noche en Suva, la capital, la aburrida capital. Eso nos cambiaba nuestros planes, ya que nos quedaba poco tiempo en Fiji y no valia la pena desperdiciarlo en trayectos en barco que no sabiamos si nos traerian de regraso a tiempo para coger el avion que nos llevaria a Auckland. Asi que despues de mucho pensar decidimos ir a Beqa Lagoon, al sur de Viti Levu.

Beqa Lagoon es un punto de inmersion donde hacen algo que no nos gusta: inmersiones-espectaculo en las que alimentan tiburones. Creo que interferir en la cadena alimentaria natural de estos grandes depredadores no es bueno, ya que creas una dependencia de estos hacia los buceadores. Ademas los tiburones pueden asociar los barcos (y lo que es mas peligroso, los buceadores) con comida. Y si no les das comida... pues tienes que saber que son animales salvajes con hambre. Nos habian hablado bien de la inmersion y habiamos leido que es uno de los pocos lugares del mundo donde tienes la posibilidad de ver hasta 7 variedades diferentes de tiburon en las 2 inmersiones que se hacen al dia. Decidimos no hacer caso a nuestras ideas y hacer las inmersiones.

Las inmersiones consisten en que primero bajan los submarinistas que alimentan a los tiburones con la comida (pescado) y luego bajamos los guiris junto a unos guias a unos 25 metros de profundidad. Nos ponen a todos en fila detras de una cuerda y a unos 3-4 metros los alimentadores empiezan a sacar pescado de unos contenedores de basura. Empieza el espectaculo con una cantidad innumerable de "trevallys" gigantes (no se como traducirlo, pero son algo asi como atunes gordos) y remoras (esas que se pegan a la base de los tiburones para aprovechar los desperdicios), ademas de otros peces mas pequeños, rodeando a los alimentadores. Cuando ya no distingues a los alimentadores y todo es una nube de sedimento, burbujas y peces, empiezas a ver a los tiburones acercarse. Los que mas vimos fueron los tiburones grises de arrecife, tiburones de puntas blancas y negras, tiburones limon y el gran ( o mas bien gordo) tiburon toro. Todos estos van desde mas o menos un metro de longitud hasta los mas de tres metros. Los guias nos dejaban acercarnos de uno en uno a tocarlos. Es una sensacion extraña tocar la piel de un tiburon. Es como una especie de papel de lija, rugoso, aspero. La segunda inmersion fue mas de lo mismo, a menos profundidad, y al salir todos, los guias vieron un enorme tiburon tigre (mas de 4 metros de bicho) y volvieron a bajar un rato con el. Fueron unas inmersiones dificiles de olvidar, pero no puedo decir que me gustaran. Es verdad que impresiona ver un depredador de mas de 3 metros delante de ti, pero la imagen que se me quedo fue la de ver a estos preciosos tiburones meter toda la cabeza dentro del contenedor de basura a buscar la comida. Y esa creo que no es la imagen que todos tenemos de los tiburones, no?

Continuamos por el sur de la isla, en direccion oeste hasta Sigatoka. Alli fuimos a un eco parque donde puedes ver una gran y bien cuidada representacion de la flora y fauna mas representativa de Fiji: iguanas, loros, zorros voladores (murcielagos grandotes), serpientes, ranas y todo tipo de plantas y arboles.

En el hotel conocimos a una pareja muy curiosa: ella es una fijiana de 40 años, divorciada y con 3 hijos y el un indo-fijiano de 24 años. Los dos mantienen una relacion que tienen que esconder porque sus respectivas familias no lo aceptarian, al ser de etnias diferentes. Esto lo puedo entender, pero lo que no entiendo es que ella no aceptaria por nada del mundo que sus hijos (fijianos) tuvieran una relacion con una indo-fijiana. Desde luego, no entiendo a los fijianos...

En Sigatoka pasamos el 12 de octubre (cumple de Andy: FELICIDADES!!!) viendo unas carreras de bilibili, unas canoas hechas de largas cañas de bambu atadas entre ellas y propulsadas por 7 remeros. Son unas divertidas fiestas que celebran cada año el lunes siguiente al 10 de octubre, el dia de la independencia de Fiji. Ademas de las carreras de bilibili hay competiciones de todo tipo: carreras de relevos de camareros con la bandeja llena de vasos, competiciones de lanzamiento de huevos, carreras de relevos de kayak... Los equipos estan compuestos por el staff de los hoteles cercanos, y se toman muy en serio la competicion, aunque el motivo principal es divertirse.

De aqui fuimos a Nadi, a la casa de Diana, una couchsurfer amiga de Elayne donde pasamos los ultimos 2 dias en Fiji, un pais que nos ha encantado y al que pensamos que vale la pena venir desde Europa (no como Tonga) para admirar todo lo que ofrece sobre el agua y sobre todo, debajo de ella.

Hoy, 14 de octubre, escribo esto ya con la mente puesta en Nueva Zelanda (vamos mañana), pero aun con el sabor de Fiji en la boca.

Hasta siempre Fiji!

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