domingo, 11 de octubre de 2009

La inmersion numero 100 en pleno tsunami

Llegamos a Taveuni despues de un interminable trayecto en un destartalado bus por el camino con mas baches por metro cuadrado de todo el hemisferio sur y tres horas en un barco viendo una peli de Bruce Willis en la que dispara mas balas por pistola que baches habia en el camino anterior y mata a dos o tres malos con cada bala. En la tercera isla mas grande de Fiji montamos la tienda de campaña en un precioso camping a la orilla del estrecho de Somosomo, uno de los mejores lugares del mundo para bucear. Y es que aqui las corrientes marinas son bastante fuertes, transportando nutrientes que alimentan a pequeños organismos que en cadena van alimentando a otros seres mas grandes. Bajo el agua tienes la posibilidad de ver coral duro y blando, nudibranquios, serpientes marinas, barracudas, morenas, atunes, tiburones de arrecife, mantas, tiburones martillo, ballenas piloto y jorobadas... el escenario ideal para celebrar nuestra inmersion numero 100. Y de casualidad esta inmersion fue en el mejor lugar para bucear del estrecho, la Gran Pared Blanca. Situada en el Arrecife Arco Iris (podeis imaginar porque se llama asi: colores y mas colores bajo el agua) la pared en cuestion desciende hasta las profundidades cubierta de coral blanco, por lo que la llaman la pared nevada. Pero para ver todo el coral blando en su esplendor hay que esperar a que las condiciones sean las idoneas, sin demasiada corriente para no ser arrastrado y verlo demasiado rapido pero no totalmente calmado, para que los polipos del coral esten abiertos y ver todos sus colores. Llegamos al punto de inmersion y Wais, el Divemaster fijiano nos dijo que habia que esperar a que subiera la marea, porque habia demasiada corriente. Ibamos a bucear Martina, una simpatica eslovaca que se alojaba en el mismo camping, Andy y yo. Estuvimos esperando una hora y media, cosa que era un poco extraña ya que la marea debia de haber subido hacia un buen rato. Pero al bajar al agua vimos que la espera habia valido la pena. Afortunadamente hemos tenido la suerte de bucear en algunos de los lugares considerados como los mejores del mundo (Canarias, Islas Cies, Belice, Honduras, Indonesia...) pero algo de lo que me considero aun mas afortunado es de la posibilidad de asombrarme aun bajo el agua al ver escenarios como el de esta inmersion. Nada mas bajar te encuentras con coral duro de todo tipo donde viven peces de todos los colores que te puedas imaginar. Seguimos a Wais bajando hasta unos 18 metros y llegamos a la entrada de un ancho tunel que bajaba hasta unos 26 metros. Al entrar pudimos ver un precioso pez leon y una morena en un recodo del tunel, resguardados de la ligera corriente. La salida del tunel se veia impresionante, con los rayos del sol alumbranco coral y mas coral. Y al llegar a la salida, nos esperaba a nuestra izquierda la gran pared. Es espectacular ver toda esa cantidad de coral blanco descender hasta la oscuridad azul del Pacifico. Si nos separabamos un poco de la pared no podiamos ver donde terminaba todo ese coral blando. Si nos acercabamos para verlo desde cerca descubriamos la gran cantidad de pequeña vida que alberga este gigantesco ecosistema. Desgraciadamente no vimos ningun gran pez. Es lo unico que nos falto para considerar la inmersion perfecta. Al salir a la superficie tenia la impresion de que habia valido la pena venir hasta la otra parte del mundo y poder ver este espectaculo marino. La guinda a la inmersion la pusieron un grupo de ballenas piloto, una especie de delfines grandotes pero sin morro, que nos hicieron disfrutar de lo lindo jugando con la popa de nuestra barca, nadando rapidamente y saliendo a la superficie delante de nosotros hasta poder tocarlas con la punta de los dedos. Genial.

Cuando volvimos al centro de buceo, hacia las 14:00, nos dijeron que habia habido un tsunami en Samoa. Aqui no habia afectado, pero por la mañana la policia habia avisado de que se alejara todo el mundo de la costa y fuera a algun lugar elevado. Lo unico que nos dijeron que se noto era que se alejaba el mar un par de veces, dejando al descubierto la barrera de coral que rodea la costa y luego volvia a acercarse, pero sin olas violentas. Parece que el tsunami fue el culpable del retraso en nuestra entrada al agua, pero no notamos ninguna ola extraña. Como en la isla no teniamos cobertura ni acceso a internet, les pedi a los del centro de buceo que me dejaran conectarme para enviar un par de e-mails tranquilizando a nuestros familiares (gracias de nuevo, Reka).

Si en Tonga es donde empieza el dia al estar al lado de la linea internacional de cambio de fecha, en Fiji, concretamente en la isla de Taveuni, es donde se encuentra el meridiano 180. Waiyevo es un pueblecito como cualquier otro en la isla con un campo de rugby como cualquier otro, pero con un cartel a un lado por donde pasa el meridiano 180. Aqui es donde nos encontrabamos literalmente mas lejos del meridiano de Greenwich. Era divertido pasar de un lado a otro: ahora estamos en hoy y nos vamos a ayer, ahora nos vamos a mañana, ahora tu estas en ayer y yo en hoy... Vaya, que pasamos un rato con estas tonterias.

En Taveuni tambien fuimos a un tobogan natural en un rio, en pleno bosque. Muy divertido pero despues de unas cuantas bajadas nos dejo algun moraton en el culo.

Hicimos otra excursion acompañados de Martina y Bill (un norteamericano que no callaba ni bajo el agua) por las paradisiacas playas donde se rodo "El lago azul", llegando a unas cascadas donde nos dimos un refrescante chapuzon, que completo nuestra estancia en esta preciosa isla. Volviamos a Vanua Levu, a casa de Elayne para poco a poco ir terminando nuestra estancia en Fiji.

Pero aun nos quedaban mas de 10 dias en los que esperabamos bucear un poco mas para ver algun gran pez, que se estaban escondiendo demasiado, y para relajarnos bajo algun cocotero.

Salud!

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