La entrada a Mexico fue un poco movidita, ya que fuimos los penultimos en terminar con los tramites fronterizos de la salida de Belize (o sea, pagar un puñado de dolares) y el bus que nos llevaba desde Belize City hasta Chetumal (Mexico) se iba sin nosotros. Sali corriendo para detenerlo, y con mis gritos y la ayuda de 2 holandesas que ya se habian montado y le gritaban al conductor conseguimos pararlo y esperar a los 3 turistas que quedaban. ¡Vaya prisas!
En fin, que entramos a Mexico y nos dirigimos a Mahahual, un pueblecito costero que nos habian recomendado nuestros queridos lleidatans Ramon y Laura. El bus nos dejo a un buen trozo del pueblo, en medio de la nada, y decidimos hacer autostop, algo a lo que nos habiamos acostumbrado en Belize. En poco tiempo nos paro una camioneta (un pick-up, para entendernos)que nos dejo en otro cruce, a unos 4 km del pueblo. Bajando de la camioneta un chico en que iba con si hijita en coche ya nos hacia señas indicando que nos llevaba. En poco tiempo estabamos en Mahahual y el chico nos explicaba como es el pueblo y nos indicaba los hoteles. Fuimos a parar al hotel mas loco del caribe: Macho's Bar. El recepcionista (El Gordo) nos dejo colgar nuestra hamaca y usar la suya por 80 pesos, algo que nos parecio mas razonable que los hoteles "baratos" de 500/600 pesos la habitacion. Despues de un paseito por la playa, volvimos al hotel del Gordo a tomar una cerveza con Max (chileno), Matteo (italiano) y Tom (ingles), cada uno con su historia que contar. El Gordo estaba en su mundo particular (marihuana) muy nervioso porque de un momento a otro llegaban los dueños del hotel y el se habia gastado todo el dinero de la caja en sus vicios. Asi que dejo a Max, al que habia conocido un dia antes, a cargo del hotel y se fue a buscar cosas para adecentar el hotel y a arreglar sus problemas de efectivo. Todo estaba bien hasta que a Andy se le empezo a intensificar su dolor de oido. En Belize habia tenido una infeccion de oido y parecia que no se habia curado del todo. Al final el Gordo nos dejo dormir en el dormitorio compartido y al dia siguiente fuimos al centro de salud, desde donde nos enviaron al hospital de Bacalar. Despues de gotas de anestesia en su inflamado oido, una inyeccion, antibioticos y paracetamol, empezo a volver a ser ella. Pocas veces la he visto quejarse tanto del dolor. Todo esto no nos dejo disfrutar de Mahahual, un pueblecito con bastantes turistas mexicanos disfrutando de su tranquila playa resguardada por el cercano arrecife de coral.
Asi que fuimos a Tulum, otro pueblo costero de la Riviera Maya (aqui si que la llaman asi) con unas playas interminables de una arena blanquisima y finisima. Como curiosidad, nos dijeron que la arena esta hecha del coral que muere y es triturado por la erosion del agua. Y lo mejor es que la arena no se calienta. Tambien nos dijeron que es porque esta hecha de coral, pero no me lo acabo de creer. En Tulum nos esperaba nuestro primer anfitrion de Couchsurfing, Carlos. Es un chico genial que tambien regenta uno de los mejores hostales para mochileros de Tulum, el Mayan Hostel. Tuvimos la gran suerte de hospedarnos en su casita y compartir 3 dias con el y con Diego, su simpatico hijo de 9 años. Nos acompañaron a comer, a bañarnos en un cenote (lago subterraneo de agua dulce) y en playas maravillosas, nos dejo su coche, nos alquilo las bicis del hotel a muy buen precio, nos ayudo a entender un poco la sociedad mexicana... todo un lujo, vaya.
Estuvimos 3 noches en Tulum, y de alli a Valladolid, en el interior de la peninsula de Yucatan. Es una ciudad colonial al estilo de Antigua, en Guatemala o San Cristobal de las Casas, en Chiapas. El segundo dia alli fuimos a ver las ruinas de Ek Balam, que nos habia recomendado Carlos. Como nos querian cobrar demasiado por el taxi (no hay bus) decidimos hacer los 37km a dedo. Llegamos relativamente rapido y el ultimo coche que nos paro, un viejo VW Escarabajo que iba con GLP (butano, mas o menos) nos dejo en el pueblo de Ek Balam, a 500 metros de las ruinas. La entrada para los turistas quedaba mas lejos, con lo que fuimos caminando y aparecimos en la parte trasera de las ruinas, caminando por la selva... y ahorrandonos el precio de la entrada. Despues de la visita a las no muy grandes pero bien conservadas ruinas fuimos al parking a compartir un taxi. Esperando a mas turistas para llenar el taxi, decidimos probar suerte haciendo dedo para volver a Valladolid, hasta que pararon una pareja de mexicanos que nos dijeron que iban a Rio Lagartos, a unos 30km al norte de Valladolid, en la costa del Golfo de Mexico. Estuvimos pensando mas o menos medio segundo y decidimos ir con ellos. El viaje se hizo ameno, hablando de la situacion de Mexico y del mundo en general con respecto a la crisis (que practicamente solucionamos en una horita) y nos dejaron en Rio Lagartos. Es un pueblo costero con una playa cercana donde se ven bandadas de flamencos. Te llevan en barca por unos 600 pesos (que no teniamos) y te puedes banhar (perdon, aqui no hay letra enhe) en un lago salado, tipo el mar muerto. Con poco dinero en el bolsillo decidimos comer y volver poco a poco en bus a Valladolid. Al final nos salio un dia muy ajetreado sin haberlo preparado.
De Valladolid fuimos a Chichen Itza, las ruinas Mayas mas famosas (y caras) de Mexico ya que hace poco las declararon una de las 7 maravillas del mundo moderno. Fuimos los primeros en entrar, a las 8, para evitar el calor y las aglomeraciones. Fue una gozada poder verlas practicamente solos, ya que realmente son espectaculares. Salimos de alli hacia las 12:30, cuando mas buses llegaban de Cancun cargados de turistas que se iban a asar al fuerte sol yucateco.
Despues fuimos mas hacia el oeste por las planicies de Yucatan hasta Merida, la capital del estado. Otra ciudad colonial con una plaza central muy bonita pero desgraciadamente con un trafico caotico. Alli estuvimos 3 noches, haciendo alguna excursion por los alrededores a unos cenotes espectaculares y pensando si nos arriesgabamos a ir a bucear con la aun no curada infeccion de Andy o quedarnos por el interior. Una revision medica en la que le dijeron que habia empeorado nos hizo quedarnos los ultimos dias de Mexico en Merida y la ultima noche en Cancun, donde nos alejamos de los inmensos complejos turisticos de la playa (por cierto, preciosa playa) para alojarnos en un hostal recien abierto en el que nos dejaron dormir en nuestra nueva gigante hamaca comprada al simpatico Constantino en Merida. La primera hamaca, de Palenque (chiapas) es mucho mas pequenha y poco practica para dormir los 2, por lo que la enviamos a Valencia con otras cositas que fuimos comprando por el camino.
En la terminal de buses hacia el aeropuerto coincidimos con una mujer que conocimos en Hopkins, Belize. De ahi al aeropuerto, donde vimos a Carlos (Tulum) con su hijo Diego que volvia a Mexico DF con su mami. Y ya parecia que al subir al avion que nos llevaba a DF para en unas 4 horas ir a Los Angeles terminarian nuestras aventuras en Mexico, pero no fue asi. El vuelo y la espera en DF nos deparaban algunas sorpresitas mas que explicare en la siguiente entrada.
Hasta luego, Mexico! Espero que nos veamos pronto.
Estuvimos 3 noches en Tulum, y de alli a Valladolid, en el interior de la peninsula de Yucatan. Es una ciudad colonial al estilo de Antigua, en Guatemala o San Cristobal de las Casas, en Chiapas. El segundo dia alli fuimos a ver las ruinas de Ek Balam, que nos habia recomendado Carlos. Como nos querian cobrar demasiado por el taxi (no hay bus) decidimos hacer los 37km a dedo. Llegamos relativamente rapido y el ultimo coche que nos paro, un viejo VW Escarabajo que iba con GLP (butano, mas o menos) nos dejo en el pueblo de Ek Balam, a 500 metros de las ruinas. La entrada para los turistas quedaba mas lejos, con lo que fuimos caminando y aparecimos en la parte trasera de las ruinas, caminando por la selva... y ahorrandonos el precio de la entrada. Despues de la visita a las no muy grandes pero bien conservadas ruinas fuimos al parking a compartir un taxi. Esperando a mas turistas para llenar el taxi, decidimos probar suerte haciendo dedo para volver a Valladolid, hasta que pararon una pareja de mexicanos que nos dijeron que iban a Rio Lagartos, a unos 30km al norte de Valladolid, en la costa del Golfo de Mexico. Estuvimos pensando mas o menos medio segundo y decidimos ir con ellos. El viaje se hizo ameno, hablando de la situacion de Mexico y del mundo en general con respecto a la crisis (que practicamente solucionamos en una horita) y nos dejaron en Rio Lagartos. Es un pueblo costero con una playa cercana donde se ven bandadas de flamencos. Te llevan en barca por unos 600 pesos (que no teniamos) y te puedes banhar (perdon, aqui no hay letra enhe) en un lago salado, tipo el mar muerto. Con poco dinero en el bolsillo decidimos comer y volver poco a poco en bus a Valladolid. Al final nos salio un dia muy ajetreado sin haberlo preparado.
De Valladolid fuimos a Chichen Itza, las ruinas Mayas mas famosas (y caras) de Mexico ya que hace poco las declararon una de las 7 maravillas del mundo moderno. Fuimos los primeros en entrar, a las 8, para evitar el calor y las aglomeraciones. Fue una gozada poder verlas practicamente solos, ya que realmente son espectaculares. Salimos de alli hacia las 12:30, cuando mas buses llegaban de Cancun cargados de turistas que se iban a asar al fuerte sol yucateco.
Despues fuimos mas hacia el oeste por las planicies de Yucatan hasta Merida, la capital del estado. Otra ciudad colonial con una plaza central muy bonita pero desgraciadamente con un trafico caotico. Alli estuvimos 3 noches, haciendo alguna excursion por los alrededores a unos cenotes espectaculares y pensando si nos arriesgabamos a ir a bucear con la aun no curada infeccion de Andy o quedarnos por el interior. Una revision medica en la que le dijeron que habia empeorado nos hizo quedarnos los ultimos dias de Mexico en Merida y la ultima noche en Cancun, donde nos alejamos de los inmensos complejos turisticos de la playa (por cierto, preciosa playa) para alojarnos en un hostal recien abierto en el que nos dejaron dormir en nuestra nueva gigante hamaca comprada al simpatico Constantino en Merida. La primera hamaca, de Palenque (chiapas) es mucho mas pequenha y poco practica para dormir los 2, por lo que la enviamos a Valencia con otras cositas que fuimos comprando por el camino.
En la terminal de buses hacia el aeropuerto coincidimos con una mujer que conocimos en Hopkins, Belize. De ahi al aeropuerto, donde vimos a Carlos (Tulum) con su hijo Diego que volvia a Mexico DF con su mami. Y ya parecia que al subir al avion que nos llevaba a DF para en unas 4 horas ir a Los Angeles terminarian nuestras aventuras en Mexico, pero no fue asi. El vuelo y la espera en DF nos deparaban algunas sorpresitas mas que explicare en la siguiente entrada.
Hasta luego, Mexico! Espero que nos veamos pronto.
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