Terminal de buses de Miri, Malasia. (S+A= nosotros; M=algun malayo/a)
S+A: "Cual es el bus para Brunei?"
M: "Compras el ticket aqui."
S+A: "Y el bus va a Brunei?"
M: "Si. El bus va a Kuala Lurah. 45 ringgit"
S+A "45 ringgit!? Pero si la frontera esta aqui al lado?"
M: "45 ringgit."
S+A: "Kuala Lurah esta en Brunei?"
M: "No. Esta en Malasia, a la otra parte de Brunei."
S+A: "Pero nosotros queremos ir a Bandar Seri Begawan (capital de Brunei)."
M: "Si. El bus va a Kuala Lurah."
S+A: "OK."
Hojeamos la Lonely Planet para ver donde esta Kuala Lurah. Parece ser que el bus cruza Brunei y nos deja en territorio malayo, a unos 30 km al sur de Bandar Seri Begawan (por cierto, vaya nombrecito tiene la capital...). Lo mas dificil es conseguir informacion: preguntes lo que preguntes te contestan lo que piensan que quieres oir. Volvemos a la carga.
S+A: "Hay algun bus que nos deje en Bandar?"
M: "Si. El bus va a Kuala Lurah y alli cogeis otro bus para Bandar."
S+A: (Señor, danos paciencia...) "Pero Kuala Lurah esta en Malasia!"
M: "Si."
........ ......... ......
S+A: "Si, que? Que significa si?"
M: "Eh?"
S+A: "Uf! A ver, nosotros queremos ir a Brunei, pero Kuala Lurah esta en Malasia. Hay alguna manera de bajarnos del bus en Brunei?"
M: "No. Bajais en Kuala Lurah y alli cogeis el bus local que va a Bandar Seri Begawan."
S+A: "Y no hay algun bus que nos deje a esta parte de la frontera, sin tener que cruzar Brunei?"
M: "No."
S+A: "OK. 2 tickets para Kuala Lurah."
M: "45 ringgit mas 45 ringgit... (usando la calculadora) 90 ringgit."
S+A: "Podemos pagar con tarjeta?"
M: "Eh?"
S+A: "Tarjeta de credito?"
M: "No."
S+A: "OK."
M: "Necesito los pasaportes."
S+A: "OK."
Para viajar siempre he dicho que solo necesito el pasaporte y la tarjeta de credito. El resto es superfluo. Pero me habia olvidado de que para viajar por el sudeste asiatico ademas necesitas tener las reservas de paciencia cargadas al 100%. Con los billetes en la mano vamos al bus a dejar las mochilas y a tomar un cafe mientras rellenamos todo el papeleo necesario para cruzar SEIS! controles fronterizos de inmigracion. Mientras dejamos las mochilas nos vuelven a pedir los pasaportes. Y eso que aun no estamos en la frontera!
Ya en el bus, hablamos con el conductor, que divide su atencion entre la carretera y la pelicula de puñetazos y disparos de turno. Con tres conversaciones del mismo estilo que la anterior, conseguimos que nos deje en Brunei, antes de entrar a Malasia. Queramos o no, tenemos que cruzar este sultanato, pasar cerca de la capital y seguir hasta la frontera. El conductor nos dice que no tienen permitido dejar bajar a nadie en Brunei. Pero nos deja a este lado de la frontera. Un poco raro. Como siempre, aqui nunca estas 100% seguro de nada.
En la primera frontera de Brunei paso algo de incertidumbre delante del monitor que mide la temperatura corporal, al ver que el color de Andy era mas o menos rosado y el mio es bastante mas amarillento. Mientras la chica que controla el monitor llama a un superior, y a otro, y a otro... yo pienso en Victor, que se ha vuelto de Africa sin llegar a su objetivo despues de sufrir malaria y tifus. Tambien pienso en Damien y Veronika que acaban de recuperarse de la gripe H1N1. Afortunadamente al cabo de un par de minutos me dejan pasar. Uf! Ya estamos en Brunei. Ahora a volver a subir al bus y a rezar para que realmente nos deje en esta parte de la frontera.
Menos mal que el pais es pequeño y en un par de horas estamos en Kuala Lurah. Alli al fin nos dejan bajar y nos señalan la parada del bus local. Nos hemos ahorrado un monton de tramites, pero estamos en Brunei sin moneda del pais, sin cajeros ni cambistas cerca... Menos mal que un filipino nos da dos dolares de Brunei para el bus. Yo le doy el equivalente en ringgits, aunque el no queria aceptarlos. Aun queda gente buena en el mundo.
Despues de haber hecho unos 200 km en 8 horas al fin llegamos a la estacion de buses de Bandar Seri Bagawan, donde Damien venia a recogernos. Damien y Veronika son una pareja de Australia y Rep. Checa ex-compañeos de trabajo de Andy en Praga, cuando era profe. Yo los conoci alli a finales de 2002 y desde entonces no nos habiamos visto. Gracias a internet mantuvimos el contacto y ahora nos hemos vuelto a ver, pero nuestras vidas han cambiado mucho. Yo me habia acabado de independizar, Andy se mudaba a Mallorca conmigo y ellos eran unos recien casados con bastante trabajo pero con un par de hipotecas en Australia que les estaban ahogando economicamente. Ahora nosotros estamos dando la vuelta al mundo y ellos tienen dos hijos de 3 y 1,5 años, ella no trabaja y el parece que cobra un sueldazo trabajando en la embajada australiana. O sea, que teniamos mucho de que hablar y poco que ver en este bizarro pais. Y bizarro lo es un rato, solamente viendo que esta partido en dos. Si quieres ir a la otra parte del pais tienes que pasar controles fronterizos.
Cuando pienso en un pais musulman donde el alcohol esta prohibido y el codigo de vestir es muy estricto, me viene a la mente pobreza, fundamentalismo, incomprension respecto a culturas externas. O a veces pienso en paises donde nadie trabaja debido a las inmensas reservas petroliferas que cubren con facilidad las extravagancias del lider de turno y las necesidades de la plebe. Pero Brunei es algo diferente. Siendo bastante estrictos con respecto a las tradiciones musulmanas, tienen mucha inmigracion filipina que no sigue su religion, con lo que en la practica no son tan cerrados. El dinero se nota que abunda, pero en las arcas reales del sultan (de nombre impronunciable), de su familia y de algunos de los lideres. La mayoria de los menos de 400.000 habitantes gana muy poco dinero, pero no viven mal gracias a la cantidad de servicios gratuitos que disfrutan (educacion, sanidad,), no pagan impuestos, suvbenciones para infinidad de cosas (vivienda, coches...) y la gasolina mas barata que he visto nunca: un litro de gasolina cuesta unos 0,28 euros y un litro de gas-oil unos 0,18 desde hace bastantes años! Es un pais de contrastes, al ver las increibles mezquitas con marmol por doquier, el museo de regalos al sultan (no se podian hacer fotos, que lastima!), los grandes Mercedes, Lexus, BMW's, algun Porsche o Ferrari, las grandes mansiones de los dirigentes, todo ello mezclado con mercados malolientes, tiendas de reparacion de cualquier cosa, cortes de electricidad habituales, lavabos publicos donde tienes que mantener la respiracion si quieres sobrevivir, casas de madera hechas polvo en el barrio sobre el agua (Kampung Ayer)...
Pero la gente en general nos parecio muy amable, sonrientes, siempre que podian te ayudaban... Un detalle: con Veronika y los niños fuimos a dar un paseo en barca por Kampung Ayer, un barrio de 22.000 habitantes construido en su totalidad en casas de madera sobre postes en el mar. El barco-taxista nos señalaba las escuelas, la barca escolar, las estaciones de bomberos con sus barcos de bomberos preparados para actuar y nos dijo que nos llevaba a ver su casa. Nos adentramos por las calles-canles entre postes pensando en que veriamos la casa desde la barca, pero el señor se empeño en que entraramos a su casa. Un poco cochambrosa, pero todo un detalle el que nos dejara verla por dentro.
Gracias al trabajo de Damien en la embajada, tuvimos la gran oportunidad de asistir a la celebracion diplomatica del 40 aniversario de la independencia de la Republica Popular de Bangladesh, un acto al que todos iban de traje. Damien (un par de tallas mas grande que yo) me presto un traje y los unicos zapatos que tenia en casa (blancos). Andy iba con un traje de Veronika (tambien mas grande que ella) muy poco de su estilo... Pero disfrutamos de los himnos de Brunei y Bangladesh, que parecian una competicion de a ver cual de las grabaciones era de peor calidad, las plegarias a Ala antes de la comida, los regalos que se dieron entre los representantes de los dos paises, entre los que habia un cuadro empapelado que no abrieron y no pudimos ver, la comida de variados platos, unos medianamente buenos y otros infumables... Una noche para el recuerdo.
Quien se iba a pensar que visitariamos esta pequeño pais que todos confunden con Bahrein?
martes, 30 de marzo de 2010
jueves, 25 de marzo de 2010
Pero que hacemos en Borneo?
Parece que los planes estan hechos para no cumplirse. Primero planeabamos estar unos tres meses en el sudeste asiatico para terminar nuestro año sabatico. Luego decidimos que ya que estamos aqui, porque no alargar el año y quedarnos un par de meses mas? Despues, al pensar que teniamos unos 5 meses despues de Australia, empezamos a investigar como podriamos volver cogiendo pocos vuelos y pasando por las republicas ex-sovieticas, uno de mis sueños (el otro es dormir). El primer reves vino al ver la cantidad y problemas que supondria pasar por dictaduras (huy perdon! queria decir democracias) como Kazajstan, Turkmenistan, Uzbekistan y todos los "istanes" que hay por la zona: ademas de pedirte caros visados, no saber con cuanto tiempo de antelacion pedirlos ni para cuanto tiempo te conceden cada visado, no haber rutas claras para ir de un pais a otro... hay que lidiar con la corrupta policia de cada pais. Mejor quedarse en el sudeste asiatico.
Pero claro, la vida es demasiado facil y necesitamos complicarnosla. Asi que haciendo caso a los consejos de los buceadores que nos encontrabamos por el camino, decidimos ir a Sipadan, un paraiso submarino en el noroeste de Borneo. Y ya puestos a patearnos tan exotica isla no nos costaba mucho pasar por Brunei, un mini-sultanato petrolero donde tenemos unos amigos que se alegraron mucho al oir que ibamos a visitarlos. Aun no hemos llegado a Sipadan, donde pensamos bucear y puede que hacer el curso de Dive Master, lo que nos haria quedarnos alli mas de un mes. Pero claro, eso solo son planes.
En Johor Bahru no estuvimos mas que una tarde y una mañana en las que nos deleitamos con comidas a menos de un euro. Y como esta ciudad no tiene mucho que ofrecer y ya teniamos comprado el vuelo a Kuching, en Borneo (75 euros los dos, que viva Air Asia!), dijimos adios a la Malasia peninsular para adentrarnos en la tercera isla mas grande del mundo, que incluye dos provincias de Malasia, Sarawak y Sabah, separadas por un pais dividido en dos, Brunei, y al sur de la isla Kalimantan, la parte indonesia de la isla.
Salimos del aeropuerto de Kuching con algo mas de tinta en nuestros pasaportes, ya que Sarawak y Sabah son considerados algo asi como independientes de Malasia en temas de inmigracion. En esta ciudad estuvimos mas tiempo del esperado, ya que despues de una excursion a un Parque Nacional donde pudimos ver una de las flores mas grandes del mundo, la Rafflesia, de unos 65cm de diametro, a Andy le empezo a doler la garganta y a mi el estomago cada vez que comia. Eso nos hizo descansar unos dias en Kuching, que significa gato, y ver tranquilamente lo poco que ofrecen las ciudades de este continente. Los templos, las mezquitas, los monumentos, los museos... suelen tener en comun la falta de informacion, con lo que con un vistazo a cada uno tienes bastante. Lo bueno es que conocimos a una pareja de estadounidenses, Ben y Kendra. Ben, en el mismo Parque Nacional se disloco un dedo del pie y tambien se vio forzado a descansar en Kuching.
Como somos dos culos de mal asiento, decidimos viajar hacia el norte antes de estar completamente recuperados. Como siempre, teniendo la posibilidad de elegir entre la ruta facil en bus por la costa y la dificil en barco por los rios del interior selvatico de Borneo, nos decidimos por la que mas posibilidades de aventura nos ofrecia.
Los largos y caudalosos rios que sirven de conexion entre los pueblos de Sarawak (a falta de carreteras) estan continuamente plagados de unas largas embarcaciones con pinta de nave espacial recien salida de una tormenta de meteoritos. Los pilotos navegan a toda maquina esquivando los troncos que arrastra la corriente mientras los pasajeros se deleitan viendo en la tele peliculas de accion a veces en version original subtituladas en malayo, otras veces dobladas en malayo subtituladas en ingles, otras en version original subtituladas en chino... Nosotros tuvimos la gran suerte de ver Eraser, esa gran obra maestra de Arnold Schwarzenegger doblada en chino con subtitulos en chino. Es una maravilla ver al ahora gobernador de California matar gente con voz de pito en chino!
Las tribus que habitan estas junglas desde el inicio de los tiempos solian vivir en longhouses, unas casas pegadas unas a otras de madera mas largas que un dia sin pan con una especie de balcon comun donde hacen su vida diaria. Ahora ya casi no quedan jovenes que sigan la vida tradicional, pero aun quedan algunas donde los mayores parece que tienen una parte de sus ingresos de los turistas que van a pasar una noche o dos a unos precios que no nos queriamos permitir (hay que pensar en bucear). Despues de intentar ir a alguna de las longhouse por nuestra cuenta y no encontrar la manera de hacerlo, me quede con la impresion de que no quieren que vayan viajeros independientes. Haciendo grandes esfuerzos con mi mini-vocabulario en malayo consegui hablar con un conductor de furgoneta que hacia la ruta a la longhouse llevando a los vendedores del mercado de Kapit, el pueblo donde estabamos. El conductor se hacia el tonto cuando yo le decia que queriamos ir en un viaje normal y me decia que nos llevaba a nosotros dos solos pagando el precio de toda la furgo. A precio de turista, claro. Como no me parecia justo decidimos pasar de aldeas tradicionales y seguir la ruta hacia Brunei.
En Belaga, el ultimo pueblo del interior, nuestros planes cambiaron de nuevo al hablar con el dueño de un restaurante que nos dijo que caminando podiamos ir a una longhouse. Y alli que fuimos con Jan, un eslovaco retirado que cada año viaja por Asia. Ya en la aldea, lo unico que vimos parecido a algo exotico fue la abuela de uno de la docena de adolescentes que estaba con nosotros. La señora en cuestion lucia unas orejas de unos 20 centimetros de largo gracias a los pesos que se ponen en los lobulos desde muy jovenes. Esta tradicion ya no la siguen los jovenes ni afortunadamente la de perforarse el pene o ponerse piedras dentro del prepucio para satisfacer a sus parejas. Yo, para satisfacer a mi pareja me deje cortar el pelo por un chico que parece ser el peluquero moderno de los jovenes entre la sorpresa y las risas de todo el mundo. El resultado fue una cresta tan moderna que estoy esperando encontrar una peluqueria donde me corten el pelo con maquina.
De Belaga fuimos a la costa en un 4X4 compartido con Jan que nos llevo por grandes extensiones de selva deforestada. Segun nos explicaba el conductor, antes de empezar la masiva tala de arboles a mediados de los '80, los rios estaban llenos de peces esperando ser pescados en el agua clara que bajaba en abundancia. Ahora todos los rios bajan marrones, con muy pocos peces que pescar y estan continuamente surcados por viejas embarcaciones humeantes cargadas de troncos que son transportados a las serrerias. Ademas, una presa varios años retrasada por problemas de financiacion (corrupcion basicamente) ha forzado a mas de 11000 indigenas a ser instalados en pueblos y ciudades lejanas, ademas de inundar cuando se complete una gran extension de selva. Tambien hemos leido que hay proyectada una mina de aluminio por la zona. Conclusion: si quereis ver las impenetrables junglas de Borneo daos prisa, porque de impenetrable queda muy muy poco y se lo estan cargando a la carrera.
Ya en Miri, la ultima ciudad de Sarawak antes de Brunei, subimos al bus que nos llevaria en un viaje un poco surrealista hasta la parte malaya de Kuala Lurah atravesando la parte oeste de Brunei pero sin poder bajarnos dentro del pais. Eso significaba, salir de Malasia, entrar a Brunei en transito, salir de Brunei y volver a entrar a Malasia para salir de nuevo de Malasia y entrar otra vez a Brunei por el este. Uf! Eso significa un par de hojas de nuestro pasaporte!
Pensando en la forma de evitar tanta burocracia y bajarnos del bus en Brunei nos pusieron en la habitacion de cuarentena con advertencias del peligro de la gripe H1N1 en frente del monitor que mide la temperatura corporal, donde vi un color extraño que demostraba que mi temperatura no era normal. Glups! Me dejaran entrar?
Pero claro, la vida es demasiado facil y necesitamos complicarnosla. Asi que haciendo caso a los consejos de los buceadores que nos encontrabamos por el camino, decidimos ir a Sipadan, un paraiso submarino en el noroeste de Borneo. Y ya puestos a patearnos tan exotica isla no nos costaba mucho pasar por Brunei, un mini-sultanato petrolero donde tenemos unos amigos que se alegraron mucho al oir que ibamos a visitarlos. Aun no hemos llegado a Sipadan, donde pensamos bucear y puede que hacer el curso de Dive Master, lo que nos haria quedarnos alli mas de un mes. Pero claro, eso solo son planes.
Entrar a Malasia desde Singapur es en un principio facil: un simple puente separa ambos paises. En Singapur subimos a un viejo bus que nos llevaba hasta la frontera, al principio del puente. Alli teniamos que bajarnos con todo nuestro equipaje, pasar todos los tramites de salida del pais y volver a subir al bus. Cruzamos el puente y volvemos a bajar con todo el equipaje al final del puente, en el edificio de inmigracion malayo. Completamos todos los tramites, nos autorizan a estar tres meses en el pais y vamos a buscar el bus que nos lleva al centro de Johor Bahru, la ciudad fronteriza. Menos mal que el centro esta al lado del edificio de inmigracion, porque el bus se habia marchado sin esperarnos. Asi que con las mochilas a la espalda hicimos algo que ya casi habiamos olvidado: cruzar un par de calles en un pais donde no hay aceras, hay motos por doquier, nadie respeta los pasos de peatones, cuanto mas grande es un vehiculo mas preferencia tiene de paso... menos mal que de vez en cuando los semaforos de peatones conceden unos pocos segundos en verde para cruzar! Ese es uno de los grandes denominadores comunes de cualquier ciudad del sudeste asiatico.
Salimos del aeropuerto de Kuching con algo mas de tinta en nuestros pasaportes, ya que Sarawak y Sabah son considerados algo asi como independientes de Malasia en temas de inmigracion. En esta ciudad estuvimos mas tiempo del esperado, ya que despues de una excursion a un Parque Nacional donde pudimos ver una de las flores mas grandes del mundo, la Rafflesia, de unos 65cm de diametro, a Andy le empezo a doler la garganta y a mi el estomago cada vez que comia. Eso nos hizo descansar unos dias en Kuching, que significa gato, y ver tranquilamente lo poco que ofrecen las ciudades de este continente. Los templos, las mezquitas, los monumentos, los museos... suelen tener en comun la falta de informacion, con lo que con un vistazo a cada uno tienes bastante. Lo bueno es que conocimos a una pareja de estadounidenses, Ben y Kendra. Ben, en el mismo Parque Nacional se disloco un dedo del pie y tambien se vio forzado a descansar en Kuching.
Como somos dos culos de mal asiento, decidimos viajar hacia el norte antes de estar completamente recuperados. Como siempre, teniendo la posibilidad de elegir entre la ruta facil en bus por la costa y la dificil en barco por los rios del interior selvatico de Borneo, nos decidimos por la que mas posibilidades de aventura nos ofrecia.
Los largos y caudalosos rios que sirven de conexion entre los pueblos de Sarawak (a falta de carreteras) estan continuamente plagados de unas largas embarcaciones con pinta de nave espacial recien salida de una tormenta de meteoritos. Los pilotos navegan a toda maquina esquivando los troncos que arrastra la corriente mientras los pasajeros se deleitan viendo en la tele peliculas de accion a veces en version original subtituladas en malayo, otras veces dobladas en malayo subtituladas en ingles, otras en version original subtituladas en chino... Nosotros tuvimos la gran suerte de ver Eraser, esa gran obra maestra de Arnold Schwarzenegger doblada en chino con subtitulos en chino. Es una maravilla ver al ahora gobernador de California matar gente con voz de pito en chino!
Las tribus que habitan estas junglas desde el inicio de los tiempos solian vivir en longhouses, unas casas pegadas unas a otras de madera mas largas que un dia sin pan con una especie de balcon comun donde hacen su vida diaria. Ahora ya casi no quedan jovenes que sigan la vida tradicional, pero aun quedan algunas donde los mayores parece que tienen una parte de sus ingresos de los turistas que van a pasar una noche o dos a unos precios que no nos queriamos permitir (hay que pensar en bucear). Despues de intentar ir a alguna de las longhouse por nuestra cuenta y no encontrar la manera de hacerlo, me quede con la impresion de que no quieren que vayan viajeros independientes. Haciendo grandes esfuerzos con mi mini-vocabulario en malayo consegui hablar con un conductor de furgoneta que hacia la ruta a la longhouse llevando a los vendedores del mercado de Kapit, el pueblo donde estabamos. El conductor se hacia el tonto cuando yo le decia que queriamos ir en un viaje normal y me decia que nos llevaba a nosotros dos solos pagando el precio de toda la furgo. A precio de turista, claro. Como no me parecia justo decidimos pasar de aldeas tradicionales y seguir la ruta hacia Brunei.
En Belaga, el ultimo pueblo del interior, nuestros planes cambiaron de nuevo al hablar con el dueño de un restaurante que nos dijo que caminando podiamos ir a una longhouse. Y alli que fuimos con Jan, un eslovaco retirado que cada año viaja por Asia. Ya en la aldea, lo unico que vimos parecido a algo exotico fue la abuela de uno de la docena de adolescentes que estaba con nosotros. La señora en cuestion lucia unas orejas de unos 20 centimetros de largo gracias a los pesos que se ponen en los lobulos desde muy jovenes. Esta tradicion ya no la siguen los jovenes ni afortunadamente la de perforarse el pene o ponerse piedras dentro del prepucio para satisfacer a sus parejas. Yo, para satisfacer a mi pareja me deje cortar el pelo por un chico que parece ser el peluquero moderno de los jovenes entre la sorpresa y las risas de todo el mundo. El resultado fue una cresta tan moderna que estoy esperando encontrar una peluqueria donde me corten el pelo con maquina.
De Belaga fuimos a la costa en un 4X4 compartido con Jan que nos llevo por grandes extensiones de selva deforestada. Segun nos explicaba el conductor, antes de empezar la masiva tala de arboles a mediados de los '80, los rios estaban llenos de peces esperando ser pescados en el agua clara que bajaba en abundancia. Ahora todos los rios bajan marrones, con muy pocos peces que pescar y estan continuamente surcados por viejas embarcaciones humeantes cargadas de troncos que son transportados a las serrerias. Ademas, una presa varios años retrasada por problemas de financiacion (corrupcion basicamente) ha forzado a mas de 11000 indigenas a ser instalados en pueblos y ciudades lejanas, ademas de inundar cuando se complete una gran extension de selva. Tambien hemos leido que hay proyectada una mina de aluminio por la zona. Conclusion: si quereis ver las impenetrables junglas de Borneo daos prisa, porque de impenetrable queda muy muy poco y se lo estan cargando a la carrera.
Ya en Miri, la ultima ciudad de Sarawak antes de Brunei, subimos al bus que nos llevaria en un viaje un poco surrealista hasta la parte malaya de Kuala Lurah atravesando la parte oeste de Brunei pero sin poder bajarnos dentro del pais. Eso significaba, salir de Malasia, entrar a Brunei en transito, salir de Brunei y volver a entrar a Malasia para salir de nuevo de Malasia y entrar otra vez a Brunei por el este. Uf! Eso significa un par de hojas de nuestro pasaporte!
Pensando en la forma de evitar tanta burocracia y bajarnos del bus en Brunei nos pusieron en la habitacion de cuarentena con advertencias del peligro de la gripe H1N1 en frente del monitor que mide la temperatura corporal, donde vi un color extraño que demostraba que mi temperatura no era normal. Glups! Me dejaran entrar?
martes, 9 de marzo de 2010
La puerta de Asia
Hasta ahora habia sido relativamente facil hacer paellas. Relativamente, ya que conseguir ingredientes y algo donde cocinarlas en Fiji, Nueva Zelanda y Australia a veces era poco menos que una odisea, pero al hacerlas para gente que no sabe lo que es una paella pues te da algo de libertad: si no encuentro arroz "bomba" le pongo "basmati", si no hay romero habra que arreglarselas con oregano, si no encuentro conejo la hago de pollo o vegetariana o mejor, le pongo cerdo, hago un arroz al horno y quedo como un señor. Pero en Singapur me meti en camisa de once varas. Iba a cocinar para Gisela, catalana, Pepe, mexicano con algunas paellas entre pecho y espalda, y Luisa, aragonesa. Glups! Si no me sale bien mi reputacion como paellero valenciano se va por los suelos...
Hace unos años fuimos a Menorca a bucear. Alli conocimos a dos catalanas que habian dado mas vueltas por el mundo que la Coca-Cola. Despues de una inmersion nos pusimos a hablar y descubrimos muchas cosas interesantes de su recien terminado año sabatico viajando. Ellas se interesaron mucho en nuestra planeada vuelta al mundo. Blanca vivia en la Barceloneta y Gisela en Paris, pero mantuvimos el contacto con las dos y fuimos a fiestas juntos, conocimos a Pepe, el mexicano con el que Gisela se caso y con el que tambien nos sentimos super bien desde el primer momento (es imposible sentirse mal con Pepe). Fuimos a la boda y seguimos en contacto incluso cuando G y P decidieron ir a vivir a Singapur. Y todo este rollo para decir que ahora estamos en el piso que comparten con Luisa, la mañica, muy cerca de Little India, uno de los barrios con mas sabor de este multietnico pais.
Si, si. Muy multietnico pero otra vez me encontraba con el problema de buscar ingredientes para la prometida paella. Para encontrar el arroz y algo parecido al "garrofo" (judias blancas grandotas y planas) dimos bastantes vueltas por el mega-super-hipermercado Mustafa, un centro comercial estilo indio donde venden todo lo imaginable 24 horas al dia, aunque los clientes se empeñen en agolparse todos juntos en una lucha por moverse entre las estanterias el sabado por la tarde. Al final consegui algo parecido a lo que buscaba y junto a los ingredientes comprados en un "delicatessen" para extranjeros y un conejo (30€ el kilo!) que compro Lisa, una singapuriense que tambien invitamos ya tenia mas o menos lo que necesitaba. El problema ahora era donde cocinarla. Los paelleros no abundan en Singapur.
Lo que si que abunda es la gente. Muy limpios y muy avanzados tecnologicamente pero entrar y salir del metro es un ejercicio de codazos que practicamos nada mas llegar. Aun cargados con las mochilas de camino a casa de nuestros amigos ya empezamos a oler los aromas de los centenares de restaurantes y chiringuitos que se amontonan por las calles. Ademas, el precio de la comida en la calle es muy muy barato, como comprobamos despues de la bonita excursion que nos regalaron nuestros anfitriones al dia siguiente por un bosque que milagrosamente se ha salvado de la salvaje urbanizacion del pais. Sobre estar plagado de rascacielos, Singapur conserva ese aire asiatico de puestos de comida humeantes donde los dueños te asaltan para que vayas a probar las delicadezas que cocinan por un par de euros. Con Meng y nuestros anfitriones dimos un buen paseo aprendiendo sobre la flora y fauna de los bosques lluviosos de la zona. Pero lo mejor fue el postre que nos tenian reservado. En uno de los millones de centros comerciales hay un pequeño stand donde un chef cansado del ajetreo de grandes restaurantes abrio hace poco un negocio donde desarrollar su dulce imaginacion en forma de postres de aguacate, jengibre, lima con chili (oficialmente bautizado por Gisela como "Pinche Sorbet "), orgasmicos chocolates... Genial.
Y claro, con el liston tan alto a ver como me las ingeniaba yo para cocinar paella para siete personas sin paellero. Buscando por la cocina lo unico que encontre fueron tres sartenes no muy grandes pero que tenian que valerme. Asi que con la ayuda de Andy preparandome los ingredientes me puse a hacer las tres minipaellas al mismo tiempo, probando el caldo de las tres para que no tuvieran sabores diferentes, dandome prisa porque habiamos quedado para comerla a las seis y a las cinco aun no tenia el caldo dentro... Uf! Que estres!
Una de las causas de haber llegado tarde fue la interesante visita que hicimos al laboratorio donde trabaja Gisela. Un moderno edificio de los que abundan aqui en el que investiga un monton de gente. Fuimos a la habitacion donde guardan las moscas con genes mutantes que sirven para ser diseccionadas y ver que les pasa a sus diminutos cerebros. Algo asi como jugar a Doctor Frankenstein pero en un ambiente mas aseptico. Al final acabo regalandonos un poco de bicarbonato que a usamos como desodorante (no hagais esas caras y probadlo, es perfecto) y que es dificil de conseguir en segun que sitios.
Pero Gisela no es solo experta en moscas. Como aperitivo para la cena preparo un gazpacho andaluz que hizo que me olvidara por un momento de los postres del dia anterior. Con este calor se agradece un trocito de nuestra cultura culinaria bien fresquita. Y no solo nos deleito con cultura española. Ademas nos llevaron a una teteria china donde el nervioso y rapido camarero nos explico la ceremonia del te que luego Gisela se encargo de repetir con mas calma y detalles: aroma antes y despues de beberlo, limpiar la boca, la garganta, tragarlo y disfrutarlo... Hay que ver que poco trabajo tenian algunos chinos!
El lunes lo dedicamos a perdernos por este pais-ciudad lleno de rascacielos, centros comerciales, puestos de comida, templos budistas, hinduistas, mezquitas y alguna iglesia, coloridas tiendas en las calles de Chinatown, trafico incesante... Y a disfrutar de el que puede que sea unico pais de nuestro periplo Asiatico donde el transporte publico funcione, no haya suciedad en el suelo, te sientas seguro por las calles, los taxis no te piten para pedirte que te llevan a cualquier sitio, la gente respeta los semaforos, no fuman en cualquier sitio... Gran parte de todo ello es debido a que aqui multan por todo, incluso por mascar chicle. Por eso llaman a Singapur The fine city (La ciudad buena), sabiendo que fine tambien significa multa.
La siguiente parada, Malasia, nos esperaba a tan solo 35 km. Esperaba poco de Singapur y me sorprendio muy gratamente. Espero bastante de Malasia (sobre todo su fondo marino). Me sorprendera?
Por cierto, las tres paellas me salieron muy buenas.
Hace unos años fuimos a Menorca a bucear. Alli conocimos a dos catalanas que habian dado mas vueltas por el mundo que la Coca-Cola. Despues de una inmersion nos pusimos a hablar y descubrimos muchas cosas interesantes de su recien terminado año sabatico viajando. Ellas se interesaron mucho en nuestra planeada vuelta al mundo. Blanca vivia en la Barceloneta y Gisela en Paris, pero mantuvimos el contacto con las dos y fuimos a fiestas juntos, conocimos a Pepe, el mexicano con el que Gisela se caso y con el que tambien nos sentimos super bien desde el primer momento (es imposible sentirse mal con Pepe). Fuimos a la boda y seguimos en contacto incluso cuando G y P decidieron ir a vivir a Singapur. Y todo este rollo para decir que ahora estamos en el piso que comparten con Luisa, la mañica, muy cerca de Little India, uno de los barrios con mas sabor de este multietnico pais.
Si, si. Muy multietnico pero otra vez me encontraba con el problema de buscar ingredientes para la prometida paella. Para encontrar el arroz y algo parecido al "garrofo" (judias blancas grandotas y planas) dimos bastantes vueltas por el mega-super-hipermercado Mustafa, un centro comercial estilo indio donde venden todo lo imaginable 24 horas al dia, aunque los clientes se empeñen en agolparse todos juntos en una lucha por moverse entre las estanterias el sabado por la tarde. Al final consegui algo parecido a lo que buscaba y junto a los ingredientes comprados en un "delicatessen" para extranjeros y un conejo (30€ el kilo!) que compro Lisa, una singapuriense que tambien invitamos ya tenia mas o menos lo que necesitaba. El problema ahora era donde cocinarla. Los paelleros no abundan en Singapur.
Lo que si que abunda es la gente. Muy limpios y muy avanzados tecnologicamente pero entrar y salir del metro es un ejercicio de codazos que practicamos nada mas llegar. Aun cargados con las mochilas de camino a casa de nuestros amigos ya empezamos a oler los aromas de los centenares de restaurantes y chiringuitos que se amontonan por las calles. Ademas, el precio de la comida en la calle es muy muy barato, como comprobamos despues de la bonita excursion que nos regalaron nuestros anfitriones al dia siguiente por un bosque que milagrosamente se ha salvado de la salvaje urbanizacion del pais. Sobre estar plagado de rascacielos, Singapur conserva ese aire asiatico de puestos de comida humeantes donde los dueños te asaltan para que vayas a probar las delicadezas que cocinan por un par de euros. Con Meng y nuestros anfitriones dimos un buen paseo aprendiendo sobre la flora y fauna de los bosques lluviosos de la zona. Pero lo mejor fue el postre que nos tenian reservado. En uno de los millones de centros comerciales hay un pequeño stand donde un chef cansado del ajetreo de grandes restaurantes abrio hace poco un negocio donde desarrollar su dulce imaginacion en forma de postres de aguacate, jengibre, lima con chili (oficialmente bautizado por Gisela como "Pinche Sorbet "), orgasmicos chocolates... Genial.
Y claro, con el liston tan alto a ver como me las ingeniaba yo para cocinar paella para siete personas sin paellero. Buscando por la cocina lo unico que encontre fueron tres sartenes no muy grandes pero que tenian que valerme. Asi que con la ayuda de Andy preparandome los ingredientes me puse a hacer las tres minipaellas al mismo tiempo, probando el caldo de las tres para que no tuvieran sabores diferentes, dandome prisa porque habiamos quedado para comerla a las seis y a las cinco aun no tenia el caldo dentro... Uf! Que estres!
Una de las causas de haber llegado tarde fue la interesante visita que hicimos al laboratorio donde trabaja Gisela. Un moderno edificio de los que abundan aqui en el que investiga un monton de gente. Fuimos a la habitacion donde guardan las moscas con genes mutantes que sirven para ser diseccionadas y ver que les pasa a sus diminutos cerebros. Algo asi como jugar a Doctor Frankenstein pero en un ambiente mas aseptico. Al final acabo regalandonos un poco de bicarbonato que a usamos como desodorante (no hagais esas caras y probadlo, es perfecto) y que es dificil de conseguir en segun que sitios.
Pero Gisela no es solo experta en moscas. Como aperitivo para la cena preparo un gazpacho andaluz que hizo que me olvidara por un momento de los postres del dia anterior. Con este calor se agradece un trocito de nuestra cultura culinaria bien fresquita. Y no solo nos deleito con cultura española. Ademas nos llevaron a una teteria china donde el nervioso y rapido camarero nos explico la ceremonia del te que luego Gisela se encargo de repetir con mas calma y detalles: aroma antes y despues de beberlo, limpiar la boca, la garganta, tragarlo y disfrutarlo... Hay que ver que poco trabajo tenian algunos chinos!
El lunes lo dedicamos a perdernos por este pais-ciudad lleno de rascacielos, centros comerciales, puestos de comida, templos budistas, hinduistas, mezquitas y alguna iglesia, coloridas tiendas en las calles de Chinatown, trafico incesante... Y a disfrutar de el que puede que sea unico pais de nuestro periplo Asiatico donde el transporte publico funcione, no haya suciedad en el suelo, te sientas seguro por las calles, los taxis no te piten para pedirte que te llevan a cualquier sitio, la gente respeta los semaforos, no fuman en cualquier sitio... Gran parte de todo ello es debido a que aqui multan por todo, incluso por mascar chicle. Por eso llaman a Singapur The fine city (La ciudad buena), sabiendo que fine tambien significa multa.
La siguiente parada, Malasia, nos esperaba a tan solo 35 km. Esperaba poco de Singapur y me sorprendio muy gratamente. Espero bastante de Malasia (sobre todo su fondo marino). Me sorprendera?
Por cierto, las tres paellas me salieron muy buenas.
sábado, 6 de marzo de 2010
Australia tropical
"Estamos en el sudeste asiatico?" fue la pregunta que nos hicimos los dos nada mas abrirse las puertas del aclimatado aeropuerto de Cairns. El choque fue brutal: viniendo del seco outback, llegar de repente a Cairns hizo que se me empañaran las gafas por el super humedo calor tropical. Pero lo que nos hizo pensar que esto es como el sudeste asiatico fue la cola de taxis conducidos por asiaticos que esperaban a los turistas. Humedad, calor y taxis es el denominador comun de cualquier aeropuerto de la zona. Y lo mejor vino al llegar al centro despues de alojarnos en el hostal mas barato de la ciudad (unos 10 euros en dormitorio compartido con la cena incluida) y entrar al Woolworth's (supermercado): lo primero que vimos fueron las estanterias poco cuidadas con desordenados productos chinos de "todo a cien" y el techo con pinta de caersenos encima de un momento a otro. Parece ser que estan renovandolo, pero el efecto es sorprendente para un pais del "primer mundo". Igualito igualito que en Asia, vaya.
Cairns no me dejo de sorprender. Pese a ser un destino veraniego bastante popular al lado del mar, carece de playa. La razon es que entre los manglares de la costa y los muchos rios y barrancos el color del agua no es muy turquesa que digamos, sobre todo en epoca de lluvias, como ahora. Ademas, parece ser que la costa esta plagada de peligros: medusas, cocodrilos, tiburones y salvavidas cachas con bañadores "speedo" (o "turbo") apretados hacen que meterse en el agua no sea un placer. Pero un vistazo al paseo de la "playa" de Cairns te hace recordar que estas en un pais rico, al tener unas grandes piscinas publicas con barbacoas y cesped y arena donde tumbarse al sol a la vista de los clientes de las terrazas de los bares de moda que abundan en cualquier ciudad turistica costera.
Hablando con los expertos buceadores/couchsurfers de Alice Springs (Holger y Sabine) habiamos llegado a la conclusion de que la parte mas cercana a la costa no vale mucho la pena debido al blanqueamiento (o sea, muerte) del coral "gracias" al famoso calentamiento global que muchos niegan pero no se interesan en ver sus efectos: aguas mas calientes de lo normal y mas acidas hacen que el coral vaya muriendo en esta obra de arte de la Naturaleza. Y con la muerte del coral la desaparicion de peces es alarmante. La parte mas alejada de la costa todavia esta muy viva y ofrece buceo de muy buena calidad pero muy muy caro. Venimos de bucear por el Caribe y las islas del Pacifico, y vamos a bucear por las costas del Oceano Indico, sitios donde el buceo es del mejor del mundo a precios bastante asequibles. Ibamos a gastarnos una fortuna en Australia? Este era nuestro dilema.
Durante el ultimo dia en Cairns mi mente ya estaba en Singapur, donde nos esperaban Gisela y Pepe, una catalana que conocimos buceando en Menorca y un mexicano con la sonrisa sempre pegada a la boca y a los que no veiamos desde hacia la tira. Tengo muchas ganas de ir a Asia. Puede que esto se deba a que en nuestras siete semanas en Australia pese a haber disfrutado mucho hayamos llegado a la conclusion de que o tienes un gran presupuesto o mejor no vayas. Es un pais muy grande donde los puntos de interes estan muy lejos unos de otros, con grandes extensiones de nada entre medio, lo que hace que tengas que recorrer muchos y caros kilometros para poder ver algo interesante. Nosotros recorrimos unos de 7500 kilometros, casi los mismos que en Nueva Zelanda en tres meses. No esta mal si tenemos en cuenta que hace mucho tiempo que no tenemos coche en Barcelona y que no me gusta conducir.
Volvemos al hemisferio norte sin haber probado detenidamente hacia donde gira el agua al salir del desagüe.
Cairns no me dejo de sorprender. Pese a ser un destino veraniego bastante popular al lado del mar, carece de playa. La razon es que entre los manglares de la costa y los muchos rios y barrancos el color del agua no es muy turquesa que digamos, sobre todo en epoca de lluvias, como ahora. Ademas, parece ser que la costa esta plagada de peligros: medusas, cocodrilos, tiburones y salvavidas cachas con bañadores "speedo" (o "turbo") apretados hacen que meterse en el agua no sea un placer. Pero un vistazo al paseo de la "playa" de Cairns te hace recordar que estas en un pais rico, al tener unas grandes piscinas publicas con barbacoas y cesped y arena donde tumbarse al sol a la vista de los clientes de las terrazas de los bares de moda que abundan en cualquier ciudad turistica costera.
Si no quieres gastar mucho dinero puedes sobrevivir comprando en los supermercados y aprovechando que algunas cosas son gratis (las piscinas de antes, la cena del hostal, internet si sabes buscarte la vida...) pero nosotros aun teniamos mas de una semana antes de ir a Singapur y demasiadas ganas de ver y hacer cosas por los alrededores. Las ofertas aqui son muchas: skydiving, bungyjumping, tours entre cocodrilos, vuelos, cruceros y por supuesto buceo en la Gran Barrera de Coral. Saber que es una de las siete maravillas del mundo natural, es mas larga que la Gran Muralla China y es la unica estructura viviente visible desde el espacio hace que sea tentador para unos enamorados del mundo submarino como nosotros.
Hablando con los expertos buceadores/couchsurfers de Alice Springs (Holger y Sabine) habiamos llegado a la conclusion de que la parte mas cercana a la costa no vale mucho la pena debido al blanqueamiento (o sea, muerte) del coral "gracias" al famoso calentamiento global que muchos niegan pero no se interesan en ver sus efectos: aguas mas calientes de lo normal y mas acidas hacen que el coral vaya muriendo en esta obra de arte de la Naturaleza. Y con la muerte del coral la desaparicion de peces es alarmante. La parte mas alejada de la costa todavia esta muy viva y ofrece buceo de muy buena calidad pero muy muy caro. Venimos de bucear por el Caribe y las islas del Pacifico, y vamos a bucear por las costas del Oceano Indico, sitios donde el buceo es del mejor del mundo a precios bastante asequibles. Ibamos a gastarnos una fortuna en Australia? Este era nuestro dilema.
Pensando que no sabemos cuando tendremos la oportunidad de volver a Australia (volveremos!) decidimos que vale la pena pagar y disfrutar ahora que estamos aqui, aunque eso suponga pedir dinero prestado para poder finalizar nuestro viaje. En una agencia nos ofrecian un crucero de tres dias y 12 inmersiones en la parte mas alejada (la buena) por unos 850 euros por persona. O sea, mas que nuestro presupuesto mensual. Antes de decidirnos completamente fuimos a una tienda de buceo a ver si ofrecian algo diferente y para hablar con buceadores, no con agentes de viajes. El buceador que nos atendio nos ofrecia lo mismo y decia que era lo mejor, ya que al alimentar a los peces puedes ver mucha vida debajo del agua. Un momento, habia dicho "alimentar a los peces"??? Nuestro exiguo presupuesto dio un respiro: me niego a bucear de nuevo en un sitio donde alimentan a los peces. Por mucho que digan que esta regulado por el gobierno (grandiosa garantia!) no me parece bien que rompan o modifiquen la cadena alimenticia natural solamente para atraer turistas. Ademas, inevitablemente los peces acaban asociando buceadores con comida, con lo que si los alimentas estaran contentos. No quiero imaginarme lo que pasaria si al señor tiburon se le cruzan los cables un dia que le entre hambre al ver buceadores que no le den comida...
Nos decidimos por alquilar una furgo con cama y cocina para visitar los bosques lluviosos de los alrededores. Estuvimos una semana en la que hicimos mas de 1200 km entre montañas, bosques exhuberantes, interminables plantaciones de caña de azucar, campos de mangos, humedales, calor, tormentas tropicales y mosquitos, millones de mosquitos. Entre lo mas destacado de esta ruta por el estado de Queensland estaba el animado mercado mensual de Yungaburra donde pudimos comprar fruta directamente de los productores y cinco aguacates que una semana despues aun estan verdes, el poder ver un par de ornitorrincos (mamiferos/viviparos todo en un mismo pack), pequeños canguros que viven en los arboles, un cassowary (una especie de extraño emu), bizarros ficus de raices colgantes y sobre todo dos inmersiones en el pecio Yongala, un barco hundido a principios del siglo XX donde NO alimentan a los numerosos y grandotes meros, atunes, tortugas, morenas, serpientes marinas, corales y demas que se reunen en el barco. Un gran barco de pasajeros de 109 metros de eslora que se hundio en 1911 y no fue descubierto hasta 1958 al no quedar ni un superviviente que diera pistas de su situacion ni pudiera aclarar la causa del naufragio. No buceamos en el arrecife, pero no podiamos irnos de aqui sin una inmersion...
Durante el ultimo dia en Cairns mi mente ya estaba en Singapur, donde nos esperaban Gisela y Pepe, una catalana que conocimos buceando en Menorca y un mexicano con la sonrisa sempre pegada a la boca y a los que no veiamos desde hacia la tira. Tengo muchas ganas de ir a Asia. Puede que esto se deba a que en nuestras siete semanas en Australia pese a haber disfrutado mucho hayamos llegado a la conclusion de que o tienes un gran presupuesto o mejor no vayas. Es un pais muy grande donde los puntos de interes estan muy lejos unos de otros, con grandes extensiones de nada entre medio, lo que hace que tengas que recorrer muchos y caros kilometros para poder ver algo interesante. Nosotros recorrimos unos de 7500 kilometros, casi los mismos que en Nueva Zelanda en tres meses. No esta mal si tenemos en cuenta que hace mucho tiempo que no tenemos coche en Barcelona y que no me gusta conducir.
Volvemos al hemisferio norte sin haber probado detenidamente hacia donde gira el agua al salir del desagüe.
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